30 de enero de 2007

Feet-iche


Me encanta el verano. Me aburre el sol, mi jato es un horno, mi oficina no tiene ni ventilador, pero me encanta la relación mas calor, menos ropa, sobre todo porque permite observar una de las más bellas partes de una mujer, una de esas partes que no se miran con arrechura, sino con deleite estético. Los pies.
Realmente es un placer griego ver unos bellos pies de mujer expuestos al sol andando por las calles en sus sandalias o en sus tacos. Unos pies entacados son una invitación, una puerta abierta a la imaginación, es como ver un cuadro de frutas de estación.
Claro, los puedes observar mejor cuando están detenidos. Odio las combis pero por ahí, a veces, encuentras uno que aligera el viaje, que hace desaparecer al cobrador y su avance avance. Verlos te transporta a un estado en el que no sientes los baches, en el que cada avance o retroceso intempestivo te abre nuevas perspectivas. Los ves de costadito, de frente aprecias la reciente pedicure, de atrás el arco del talón de aquiles. Cada ángulo es una nueva canción: pies descalzos, sueños blancos.
Otras veces me he quedado prendado en un restaurante, en una sala de espera o en la playa (aunque la arena dificulta la contemplación) y hasta en una cola. Un bello pie de mujer siempre te alegra el día, te mejora el ánimo, te devuelve la primavera a cualquier hora y el verano lo atempera.

Ojo: no todos son bonitos. Hay mujeres guapas con pies sin comentarios y mujeres desapercibidas con unos pies de aquellos. Entre los pies que sí son bellos hay variedades, pero en general tienen que ser chicos, pequeños pero no siempre delicados. Hay algunos que son chicos y tienen pinta frágil, son suaves en su caída del flexor hasta los tarsos y metatarsos en un desliz con pendiente poco pronunciada. Otros son más rígidos, un poco más anchos, lo suficiente para no restarles belleza y sumarles fuerza y aplomo. Es la misma perfección que ciertos poetas encuentran en los sólidos tanques. La sólida belleza de los tanques, la inusual y sólida belleza de esos pies.

De atrás para adelante: el talón no puede estar maltratado de ninguna manera, el tendón tiene que ser firme, el tobillo apenas sobresalir, las venas tienen que correr anónimas, el arco en dócil curva, el empeine liso y los dedos, ahhh los dedos. Esas pequeñas maravillas. Me fascina la geometría del más grande al más chiquito. Esa progresión inversa del primer al último tarso no puede ser alterada. Finalmente las uñas tienen que estar muy cuidadas, no importa si con pedicura o sin ella, pueden ser redondeadas o rectas pero siempre bien definidas.

Existe un problema: para observarlos hay que ser cautelosos. La sociedad ha dictado que sea una especie de bajeza, que por verlos te conviertas en un ser digno de psicólogo. Se le ve como algo retorcido y sórdido. Existe una suerte de fetichismo. Mi experiencia no va por ese lado, lo mio es feet-iche, una fruición estética, digna del arte y quién sabe de mejor causa. Causa, apóyame, yo se que eres de mi club. Chicas no me den la espalda, mejor muestren sus pies. Ahora lo saben, pueden ser dos pequeñas obras de arte en la galería de la vida cotidiana.

18 de enero de 2007

No-vió y No-vía


Modo Cursi ON


Calamaro en PLAY.


Que entrelaces tus manos con las mías cuando conversamos en una reunión, como la cosa más natural del mundo. (PERO). Ahora la palma de tu mano está a varios sillones de distancia. Distancia sideral entre dos manos que no se buscan.


Que guardes tus cigarros en mi chaqueta, o que yo guarde los míos en la tuya, da igual, lo tuyo es mío y viceversa. (PERO). Ahora fumas sola, mujer independiente, tienes tu propio encendedor y en tu chaqueta caben todos los cigarros, pero sólo los tuyos.

Que te comas una hamburguesa conmigo, que no hagas dieta cuando tengo hambre. Que cuides mi alimentación, y yo la tuya cuando quiero engreírte. (PERO). Es domingo y me preparo sopa ramen. Sobra un poco para la noche, sólo un plato.

Que me cuentes tu día como si fuera un nuevo día, sin rutinas, siempre. Que te interesen los problemas de mi chamba y estés atenta a mis historias. (PERO). Esta semana toca trabajar fin de semana. Encerrado en la oficina nadie pregunta dónde estoy.

Que tus padres me inviten algunos domingos a tu casa. Llamarlos por su nombre. (PERO) Cómo se llaman los tuyos? No tengo idea, apenas sé tu nombre y primer apellido que me dijiste en medio de la bulla de aquella reunión.

Que me mandes mensajes de texto. Que tu saldo se acabe antes de los diez primeros días del mes. Que en el chat ponga una “a” antes de tu nombre para que estés primera en la lista. Que el Messenger sea una forma sensible de comunicación. Que en mi blog escriba de ti y que los comments sean tuyos. (PERO). Ahora sé que me has bloqueado y que mis mensajes se acumulan en la carpeta de no deseados.

Que seas amiga de mis amigos, que compartas nuestras anécdotas, y si no las sabes que te interesen cada vez que te cuenten una historia de la cual no eres parte. Llevarte a mis reuniones, a mis fiestas, y que caigas bien, que te hagas amiga de mis amigas, que seas cómplice de algunos secuaces, que planees cosas con ellos aún cuando primero fueron mis amigos. (PERO). Mis amigos preguntan por ti, los tuyos preguntan con quién estás saliendo ahora.

Que siempre piense en decirte: quieres ser mi novia, quieres vivir conmigo, quieres casarte conmigo y quieres etcétera etcétera. Que nunca digamos nada y que todo sea implícito. (PERO). Quieres?

14 de enero de 2007

Karma Kamaleón

En la universidad:

Yo no hice Estudios Generales Letras así que no sabía quién era ese sujeto que un tiempo después se convertiría en una suerte de clon malévolo, la némesis cague de risa de esos años y de éstos también, chesu.
Como tenía que pasar, al ser los únicos hombres de una promo de 4, terminamos siendo patas. Al principio las confusiones eran imperceptibles. Empezó como una confusión de camaradas. Por ahí uno decía: Marco, y me miraba. Yo miraba atrás y no estaba Marco. Comprendí que era una equivocación. Algunos se daban cuenta de su error e inmediatamente, perdón Arturo. Otros no se daban cuenta y pasaban los ciclos creyendo que él era yo y yo él.
La cuestión me comenzó a preocupar cuando la misma promo se equivocaba. Les aseguro que no era joda. De verdad se equivocaban. Les salía natural decirme Marco y a Marco, Arturo. No había otra. Había algo inexplicable, algo que iba más allá de los nombres o de las personas, quién sabe. No era que nos pareciéramos. Al contrario, creó que somos bastante distintos, físicamente y personalmente.
Los lapsus no sólo eran cuestión de alumnos, sino también los profes comenzaron a confundirnos. Nos llamaban para hablar cambiando nuestros nombres. Todos se cagaban de risa. Una vez me dieron el examen de Marco a mí. Nunca supe si alguna nota que me pusieron en realidad se la pusieron a él y viceversa. Caballero nomás, ya fue.

Afuera de la universidad:

El asunto trascendió barreras universitarias. En lugares inesperados saltaba la confusión. Un día, no se sabe cómo, un cheque que tenía que cobrar por un trabajo estaba siendo firmado a nombre de Marco. Y lo más intrigante era que las personas que gestionaban los cheques no habían visto nunca a Marco. Felizmente pude hacer la corrección a tiempo.
Luego otras personas que no lo conocían, me llamaban Marco, así de la nada. Yo les contaba la historia y no lo creían. Una de ellas me habló del Karma. Se supone que en alguna vida pasada, Marco habría sido mi pata o mi familia, quién sabe. La cuestión es que esta persona me dijo, que nos parábamos cruzando en el camino de nuestras reencarnaciones y eso de alguna manera originaba que las personas nos confundieran. Whaaaaaaat? Aguanta el coche. No sólo lo vas a tener que aguantar muchos años, sino que los años de la próxima vida y de la próxima y así sucesivamente, me dijo. Horrooooooor...jajaja.
Hasta el momento ya lo tomo con humor. No me molesta que Alex Diez siga creyendo que yo me llamo Marco. Es mas, cada vez que me confunde, me sonrío y murmuro: “chetumare” en buena onda.
Ahora me divierte cuando antiguos camaradas siguen cayendo. Me da la oportunidad de contar la historia, de recordar anécdotas.
Una de las estas camaradas de universidad por fin pudo ensayar una explicación racional, y que de paso no me ate a este “karma” para el resto de la existencia, y de las existencias que vienen. Nuestra colega explicó que la confusión probablemente se debiera a un problema con la vocal fuerte de nuestros nombres, esa bendita combinación A-R que inaugura mi nombre y que se incluye en la primera vocal del suyo, sería la responsable de las confusiones. Pero los cheques? Ahí la explicación falla. Quizás alguien más tarde pueda elaborar una teoría unificadora, en fin.

Mientras tanto, si sale un cheque mío a tu nombre, que voy a hacer pes. Te pediré que me lo cobres. Por siaca sin comisión ah.

13 de enero de 2007

Revolución informática



Se supone que estas máquinas están hechas para hacernos la vida más fácil. Es eso cierto? Aquí algunos hechos de la vida cotidiana que me hacen pensar que es FALSO. Que cada día nos complicamos más la vida, metiéndonos más dosis de bluetooths, wireless, ipods, hardwares, softwares, bytes, kilobytes, mega, gigas, etc, etc.

- Se te cuelga la compu, justo cuando estabas haciendo la transferencia de un archivo importantísimo.

- Se te cuelga el Word y no habías grabado tu documento.

- Tu mouse óptico se vuelve ciego (o independiente) y comienza a ejecutar acciones y comandos que tu no le has mandado y salta de un lado a otro y no lo puedes controlar.

- Quemas un disco y cuando lo quieres leer en otra compu, no hay grabado nada.

- Tu conexión inalámbrica nunca encuentra el servidor.

- La compu se vuelve autista. No reconoce ningún dispositivo externo. Y cuando conectas alguno al puerto USB, te sale ERROR.

- Tu antivirus no se actualiza porque es pirata, por lo tanto miles de bichos totalmente actualizados se insertan en tus programas y documentos.

- Tus dispositivos son conflictivos. Instalas cualquier nuevo hardware y no funciona porque hace conflicto con algún otro, y tu ni siquiera sabes cuál es el problema en el callejón informático.

- Instalas una actualización, y tu dispositivo en lugar de funcionar mejor, ya no funciona.

- Al menos quieres usar tu compu para jugar, instalas un juego que promete aventuras y diversión, lo crakeas, lo hackeas, lo abres, agregas tu usuario, te prestas a jugar, y maldita sea tu tarjeta de video es más lenta que tortuga coja. Resultado: tus aventuras virtuales se reducen a disparar, esperar 2 minutos y disparar nuevamente.

- Tu compu no se quiere conectar a internet. Lo peor que le puede pasar, que sea autista en grado extremo. La ves e imaginas el comercial de telefónica. No te queda otra.

- El teclado de tu compu, el diccionario y la ortografía del Word estás configurados en ingles o cualquier otro idioma. A ese paso nunca encuentras la arroba.

- La super computadora que te compraste hace 3 años ahora es un objeto de museo, ya no lee archivos mp3s, ya no sincroniza con el ipod, ya no acepta la cámara digital. Y claro, el precio es un ejemplo de devaluación.

Algunas de estas cosas explican el porqué en este blog no han habido nuevos post en estos días.