19 de junio de 2007

El enemigo en la espalda

Soy Billy The Kid, ladrón de bancos
Y como voy herido por la espalda,
Sé dónde voy

Soy un hombre herido por la espalda.
Y voy hacía tu cercano corazón.
Delta down, delta down.
What´s that flower you have on?
Luis Hernández
Son las 4:20 de la mañana de un invierno feroz, que cala hasta los huesos y traspasa la colcha de plumas y la frazada gruesa, y ahí estoy yo, luchando contra mi propio cuerpo que se resiste a descansar a pesar del sueño. No hay opción a esa hora, es cuestión de encontrar la mejor posición posible, no la más cómoda, sino aquella que te permita llegar a las 7:00 con unas horas más de sueño. El enemigo que ataca a esas horas no es externo, está ahí, a una cuarta del cuello, en el medio de la puta espalda que antes servía de apoyo al sueño, y ahora se ha convertido en cómplice de la vigilia forzada.

Antes me encantaba la posición fetal, no encontraba mejor forma de empezar el sueño que enrollarme, apoyar una mano debajo de la cabeza y emprender el viaje nocturno, siempre de un tirón, de largo, hasta la luz del día. Ahora intento esa posición y presiento el viaje interrumpido a mitad de la noche. La columna ya no se alinea, algo falla y se hace notar. Se que esa no es la posición y vuelvo al boca arriba, sin almohada para que la columna no se doble más de lo que debe estar. Igual la noche se interrumpe. Entre sueños invento posiciones nuevas del descanso, algunas inverosímiles. Inútilmente vuelvo a la posición fetal, pero esta vez más enrolladito, nada, no funka. Intento el boca abajo, sin almohada también, se alivia un poco la espalda pero se resiente la cabeza que no encuentra ubicación. Finalmente, derrotado, la más absurda, arrodillado, la espalda doblada y la cabeza apoyada, y así logro un poco de paz para ese dolor cobarde que ataca por la retaguardia. No sé cuál será la próxima posición, lo único que sé es que el enemigo me obligará a inventarla. Me imagino durmiendo sentado, expulsado de la cama y recluido en el sillón de la sala.

Un día fui al doctor a tratar de combatir al enemigo y pensaron lo peor. Había un rostro maligno es esa mancha que aparecía en la radiografía, un rostro como de cangrejo intuyo. Me hicieron pruebas, análisis, preguntas, y no atinaron a saber. El cangrejo huyó caminando hacia atrás. Quizá él no es el enemigo o quizá sólo se ha agazapado para emprender el ataque final que ahora me expulse del sillón a dios sabe dónde. O quién sabe, quizá mi alma tuvo la gracia de aparecerse a través de los rayos x, como dijo alguien, pero sólo una vez, para locura de enfermeras y doctores.

Un día leí que Luis Hernández, el poeta, sufría alucinantes dolores de espalda que calmaba con sedantes en dosis industriales. Leí también que un día su mujer, o su frazadita como él la llamaba, lo curó de nada. No tenía nada. El dolor nacía sin causas físicas conocidas por la ciencia. El dolor era otro. Quién sabe si necesito una frazada igual? Un día intenté calmar el mío con un simple panadol. No funcionó, como tampoco funcionó el Sosegón de Luis. Claro que mi dosis, a comparación de la suya, no era industrial sino artesanal, improvisada, una gota en el mar de química que se inyectaba a diario el poeta. Sin embargo, a diferencia de los químicos, la física del dolor nos hermana. Intuyo las noches de Luis y me solidarizo con su humanidad, hasta puedo decir que entiendo mejor sus palabras. Yo también amanezco algunos días herido por la espalda y por eso sé dónde voy, a buscar una frazadita para el abrigo en este invierno crudo.

6 comentarios:

Languidstillness dijo...

Unos buenos masajitos tal vez

Anónimo dijo...

Yo estuve con dolor de espalda cronico por casi tres anios... cada vez que iba al medico me decia que no tenia nada. Estuve durmiendo en el suelo por varios meses pensando que la culpa la tenia mi colchon. Nada funcionaba. Un dia de esos se fue, ahora rara vez lo tengo. Son horribles e inmanejables esas cosas psicosomaticas... ya no puedes confiar ni en tu propia mente...

Unknown dijo...

será el mismo enemigo que llevo en la espalda? cómo dormir cuando duele acostarse?

Anónimo dijo...

El dolor de espalda es uno de los dolores más comunes que afecta a muchas personas, incluso es una de las causas del insomnio. Debemos tratar estos dolores de espalda para evitar complicaciones en el futuro como los dolores crónicos. Este tipo de dolor afecta mucho nuestra calidad de vida y nuestra salud. Cuando padezcamos este tipo de dolor es mejor que busquemos doctores especialistas en chronic pain management para poder aliviarlos, National Network For Chronic Intractable Pain Management

Anónimo dijo...

Muchos de los dolores de espalda o dolores lumbares son ocasionados por el estrés. También puede ser ocasionado por malas posturas o también por haber sufrido algún accidente. Es preferible que si tu dolor es crónico, es mejor visitar a un doctor para que te brinde un tratamiento adecuado para calmarlo.

Anónimo dijo...

Una mala maniobra al cargar algún peso nos puede ocasionar un dolor fuerte de espalda, por eso debemos estar prevenidos siguiendo estos consejos. Pero también se debe actuar rápidamente cuando este dolor persiste por mucho tiempo y acudir a un doctor especialista y nos brinde un tratamiento adecuado para aliviarlo.